sábado, 17 de marzo de 2018


Un buen consejo: sé feliz.

Hace 3 años mi vida giraba entorno a mi trabajo y mis obligaciones familiares, muchas noches de insomnio y una dieta basada en calorías vacías y comida rápida (esa que te ofreces como recompensa después de un día largo y duro). Jamás me detenía a pensar en el presente, solo me apetecía acumular dinero para poder mirar tranquilamente al futuro.

Un buen día, después de intentar subir a un sexto piso sin ascensor a reanimar a un paciente joven que había sufrido una parada cardíaca (y llegar casi exhausto) me dí cuenta que mi vida tenía que cambiar. Empecé mi propio camino.

1. Explora otros caminos.

Lo primero que hice al levantarme al día siguiente fue pedirme por Amazon (soy muy fan) un libro que había querido leer hacía más de 1 año y que me facilitó la herramienta más importante: el desprendimiento.

"El monje que vendió su ferrari".

Básicamente se trata de volver a nuestros orígenes, de abandonar las formas absurdas de asumir el día a día y alejarse del poder mezquino que incita el dinero. 

Desprenderse significa eliminar cadenas y barreras, respirar libres y volver a sonreír. Practicar el desprendimiento consiste en dedicar un tiempo diario para hacer lo que nos hace sentir bien a nosotros mismos y a las personas que nos rodean.

2. Abre tu corazón.

Una de las principales razones por las que los seres humanos no somos totalmente felices es por nuestra incapacidad para escuchar motivos e ilusiones ajenas. Hay una fuente inagotable de sabiduría y de retroalimentación positiva en las historias felices de nuestros amigos, incluso en los propios fracasos. 

Detenernos a escuchar a los demás, dejarnos llevar por sentimientos frágiles, pero aventureros no es un camino kamikaze hacia la infelicidad, es un destino necesario a explorar antes de encontrar la persona que mejor entienda nuestras manías y nuestros sueños.

Abrir el corazón al amor empieza por querernos más a nosotros mismos, disfrutar de cada momento que nos regala el día a día y entender que en las pequeñas cosas de nuestro universo podemos encontrar ese hilo rojo perdido.

3. Crea un espacio personal y único.

Cuando inicias el camino del descubrimiento personal y del amor propio necesitas diseñar tu templo ideal, el palacio de tus sueños. Aunque vivas en pareja necesitas defender tu parcela, ese espacio físico que diseñas a tu antojo.

Comenzar a cultivar tus propios vegetales, colocar flores recién cortadas en un jarrón sobre una mesa de madera o en una encimera bien decorada, hojear revistas y disfrutar del olor de la tinta sobre el papel, llenar la casa de velas aromáticas y diseñar una lista de canciones que evoquen los mejores momentos de tu vida puede ser un buen algoritmo hacia la evasión.

Ordenar tu espacio entorno a tus objetivos, recorrer cada rincón y sentir la energía positiva de un buen recuerdo te ayudará a enfocarte en ese destino quizás incierto, pero diseñado por ti.

4. Cambia tu dieta.

Quizás sea el punto más difícil de modificar y donde más abstinencia sufras por los viejos hábitos. El azúcar no es un buen aliado de la salud y su consumo excesivo provoca muchísimas enfermedades que al traste pueden convertirse en un "handicap" hacia nuestro objetivo de bienestar. Como médico entiendo las dietas como cambios en la forma de afrontar el día a día y no como restricciones. 

Un cambio drástico en la forma de comer no consigue buenos resultados a largo plazo, aparece el temido efecto de rebote y el aburrimiento que nos abocan al fracaso. 

El cambio hacia una dieta saludable se debe realizar de forma ordenada y con mucha paciencia. Debemos empezar por desterrar de nuestra alacena todos los alimentos ricos en grasas saturadas, grasas industriales y en azúcares complejos. Jamás debemos realizar la compra con hambre, después de un día maratónico de trabajo o incluso después de una discusión familiar o sentimental.

Desterremos el hábito de comer enfrente de algún aparato electrónico, disfrutemos del momento y de la textura y el sabor de los alimentos, del olor del buen vino servido en aquella copa que tanto nos recuerda las series americanas y las familias felices. Diseñemos un espacio diáfano, un mantel retro y unos platos a juego para cada momento de contacto con los alimentos.

Usemos el sentido común al diseñar una dieta sana, jamás llevemos al extremo ningún concepto de salud a cualquier coste. 

5. Apúntate al ejercicio físico.

La mejor forma de liberar todas las tensiones acumuladas durante el día, las de origen sentimental y las físicas es a través del ejercicio. Diseñar un plan de entrenamiento asumible y práctico te permitirá poder alcanzar el objetivo de bienestar en el menor tiempo posible.

La práctica de actividad deportiva aeróbica te ayudará a mejor tu rendimiento laboral e incluso sentimental. Las modalidades de yoga, tai-chi, pilates o las actividades combinadas de gimnasio permiten desarrollar aún más el concepto del "mindfullness" o el enfoque en el día a día. 

Una combinación entre dieta sana, ejercicio físico y mente sana te puede asegurar una longevidad satisfactoria. 

Disfruta del ejercicio como tu premio del día.

6. Acepta el reto de desaprender.

Aunque parezcan consejos sacados de un libro de autoayuda el descubrimiento personal y el propio crecimiento emocional están muy relacionados con desaprender. 

Acumulamos vivencias y conocimientos que aprendemos durante nuestra vida, algunos relacionados con formas inadecuadas de afrontamiento y evitación. Desaprender los malos hábitos y las conductas de posesión y dominancia, dejar atrás la ambición desmedida y la egolatría nos llevarán a un escalón superior, aún más cerca de nuestro bienestar.

En la vida debemos aprender a amar sin recelos, aprender a escuchar a los demás y disfrutar de cada pequeño espacio y de cada detalle, debemos desaprender los hábitos inadecuados y los preceptos socialmente impuestos, desaprender el odio y la envida.

7. Conclusión final sin ánimo de cerrar este tema aún por explorar.

No hay mejor versión de ti mismo que tú reflejo en el espejo. Sé tú mismo siempre y jamás busques la aprobación de personas equivocadas, la felicidad es el camino que diseñas cuando sonríes sin motivo alguno.

Se trata de cerrar un contrato de por vida con nuestra salud.