viernes, 30 de diciembre de 2016

La simplicidad complicada.

Hoy he tenido un día de lo más tranquilo, aunque a veces me cueste decirlo, descanso más en las guardias del SAMU que a veces en mi propia casa. Regresar a lugares conocidos siempre es una opción sana, sobretodo en fechas donde hacemos recuento de todo lo que hemos vivido y de lo que aún nos queda por vivir. 

Hoy he tenido casi todo el día el teléfono en modo avión, he desconectado de las redes sociales un buen rato y he intentado hacer una reflexión lo más racional posible sobre el año que termina... y el que justo empezará en unas horas. He estado viendo una serie de Netflix, un tanto hilarante pero sensata a la vez (Please like me) y he vuelto a hojear algunas páginas de Come, reza y ama...un día de meditación en toda regla. 

"Somos esclavos de nuestros propios deseos, de nuestro tiempo infinito donde buscamos razones absurdas para detener el reloj, llegar con prisas y que se cumplan a la vez todos nuestros preceptos. Queremos ser felices lo más pronto posible, arrasando con metáforas de vida, destruyendo planes futuros, confiscando sueños. Optamos siempre por el vivir el presente, el yo te quiero ahora... vente conmigo, déjalo todo atrás, me dan igual tus tiempos".

Tenemos que ser pacientes, calmar las fieras y detener los besos, buscar excusas para disfrutar también de lo ajeno. Debemos luchar de un modo tranquilo, inteligente y muy modesto. 

Claudicar ante un sentimiento verdadero, romper la coraza y quedarse en un punto intermedio del camino nos permite estar siempre donde el vaso esté medio lleno.

No somos solo códigos binarios, no buscamos decisiones trascendentales ni tan siquiera podemos huir de nuestros miedos. Dejémonos de tantos absurdos inútiles, seamos felices, pero respetemos los tiempos. Respetar las circunstancias del otro también es una forma de amar sin peros.

Me he puesto a soñar despierto....

Casi olvido el toque de humor diario... alguien me comentó una vez algo totalmente cierto. Resulta que los seres humanos somos bastante raros...en ocasiones endemoniadamente raros y queremos experimentar sensaciones ajenas hasta en los primeros encuentros fortuitos. Alejar a la gente tóxica necesita una guía, que llamaremos por recomendación de un buen amigo, la guía del amante sibarita perfecto.

1. Siempre que conozcas a alguien nuevo hazle tres preguntas claves; una de política sin entrar en detalles, otra de cultura general y la tercera sobre los extraterrestres. La información que obtendrás será crucial para dibujarte una imagen visual de lo que tienes delante, una especie de escáner de gente tóxica. 
2. En la primera cita, y sin besarlo... acércate a sus labios, sin tocarlos... sentirás el frescor de su aliento o el olor amenazante de su esófago embravecido. Así evitarás futuros desencuentros.
3. No corras a sus brazos, déjalo hablar libremente.. si la conversación se convierte en un monólogo, entrégale un Goya.... y déjalo ir encantado de haberse conocido.
4. Resulta imprescindible revisar el estado de las uñas de los pies; lleva muchísima información implícita. Cualquier excusa vale, incluso un pisotón enfurecido... sin causar mucho daño claro.
5. Nunca acudas a una cita en territorio neutral, busca algo conocido, donde puedas dominar el terreno, impresiona con pequeños detalles... algunos puedes dejarlos al descubierto.
6. No busques príncipes azules en sitios donde solo hay zombies, céntrate en lo que quieres y sienta las bases antes del primero beso.
7. Lleva puesta tu mejor coraza, la de acero, evita revelar detalles íntimos, tus miedos, tus puntos débiles o tus deseos.
8. No te conformes con el chasis, busca más adentro, donde llegues con la mirada, los gestos, el roce en la mesa o simplemente con el ir y venir de su pelo.

 El destino te entrega lo que tiene, adapta tu búsqueda y hasta que aparezca quién te deje sin palabras, quién te desnude con el primer beso; no busques parches pasajeros, adáptate a amar sin mucho cuento. 

Vuela alto y más alto, caerás porque todos caemos sin más remedio que volvernos a levantar y continuar el vuelo.